Luis Enrique Aguilar era un joven con sueños y metas como cualquiera de su edad un joven de tan solo 18 años que cursaba la universidad, un adolecente que a su corta edad fué diagnosticado de Osteosarcoma (tumor canceroso en el femur izquierdo). Un 25 de enero del 2011 en Honduras, los padres al escuchar la noticia no quisieron esperar y buscaron la manera de cómo ingresarlo a un hospital, y se vieron en la necesidad de venir a los Estados Unidos.
Una amiga que vivia en San Diego California les habló de un hospital que atendían a niños con diferentes tipos de cáncer llamado St. Jude en Memphis TN. Reunieron lo necesario para trasladarse y así fue como llegaron a la ciudad sin conocer el idioma ni a nadie que los pudiera orientar.
Se instalaron en un hotel a media noche, al día siguiente pidieron un taxi para trasladarse al hospital. Al llegar se le complicó la atención y ser aceptado por la razón de que ya lo habían tratado en Honduras y ya empezaba a caérsele el cabello por las quimos recibidas en su país.
La familia se devastó al escuchar los motivos por los cuales les negaron la asistencia a Luis. Cuenta el señor Alán, padre de Luis, que se llenó de impotencia y decepción, pero ellos ya traían un plan B, el cual consistía en viajar a Houston y buscar ser atendidos por los mejores especialistas. La realidad era otra en el Texas Children Hospital. Ahí les cobraban 500 mil de depósito para ingresarlo, dinero con el que no contaba la familia, buscaron una alternativa y finalmente la encontraron, se trasladaron a Houston a los tres días de su llegada a Memphis.
Al llegar a Houston un doctor de Md Anderson Cancer Center le dijo que iba a tratar de salvar su pierna ya que estaba muy avanzado el cancer, pero le importaban mas los pulmones por la metastasis a consecuencia del mismo cáncer , y ahí empezó una quimioterapia a las dos semanas de haber llegado a Houston TX. Con un depósito en efectivo de 40 mil dólares sería atendido, de lo contrario no lo podían recibir.
Despues de tres semanas en tratamiento, la familia siguió insistiendo a St. Jude para que lo recibieran. Le escribieron un correo electronico a Marlo Thomas, hija de Danny Thomas, el fundador de St Jude, donde le advertían que harían viral y difundirían en las cadenas televisivas que su hijo había sido rechazado por el hospital de Memphis. La sorpresa llegó cuando Marlo les contestó y disculpándose les dijo que había sido un error y que se regresaran a Memphis para iniciar el proceso de ingreso para Luis Enrique, además de ofrecerles los pasajes aéreos para la madre y para Luis.
El 10 de mayo de 2011 Luis Enrique ya era paciente oficial de St Jude . Casi inmediatamiente empezaron las sesiones de quimoterapia y una cirugía para salvarle la pierna, lo que finalmente se logró incrustándole una protesis de titanio, y sacando el tumor del hueso.
Luis continuó con su tratamiento y conoció a Mckendre Walker, tambien una paciente del St. Jude y se enamoraron. Empezaron a apoyarse el uno al otro en sus continuas recaídas, y las relaciones de los padres de ambos fueron para bien. A ellos les ataban dos fuertes razones, dos hijos con diferentes nacionalidades pero unidos por el amor.
De las tantas aventuras que pasaron juntos y las circustancias, después de 36 quimos hasta abril del 2012, Luis fue dado de alta y habría tocado la campana de victoria.
La familia regresó a Honduras tratando de iniciar una nueva vida para todos, y en nueve meses en una visita de chequeo al hospital St. Jude reapareció el cáncer, pero esta vez en los pulmones, así que Luis fue sometido a un tratamiento de anticuerpos que estaban experimentando en el hospital en ese tiempo, que no le funcionó y que lo deterioraron más, sufriendo dolores insoportables.
En el lapso de dos largos y angustiosos años continuaron con más quimoterapias y radiaciones para tratar de estabilizar el funcionamiento de los pulmones, otros dos años de lucha sin poder lograrlo. Día a día Luis Enrique se consumía en dolor en tratamientos y las pocas esperanzas de vida, días agónicos para toda la familia, y finalmente perdió la batalla un 14 de febrero del 2015 , dejando un legado de persistencia de lucha contra esa terrible y silenciosa enfermedad, además de motivar a los padres de Mckendre (su novia) de fundar una insistitución benefica llamada Red Shoes para niños pacientes de cáncer.