Legisladores de ambos partidos condenaron a los manifestantes pro-Trump que irrumpieron en el Capitolio el miércoles (6 de enero) en una jornada violenta e inédita. Al menos cuatro personas fallecieron, según reportes de la policía local.
Manifestantes violentos pro-Trump irrumpieron este miércoles el Capitolio de Estados Unidos mientras transcurría el proceso oficial para validar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones y vandalizaron el recinto, símbolo de la democracia de Estados Unidos.
Horas después, ya controlada la situación y activado el toque de queda, el Congreso reanudó su sesión y terminó el proceso de validación de los votos del Colegio Electoral.
El Congreso validó este jueves, en una sesión conjunta en curso a altas horas de la madrugada, los votos del Colegio Electoral que confirman la victoria del demócrata Joe Biden como el próximo presidente de Estados Unidos.
Biden obtuvo 306 votos electorales mientras que su rival, el republicano Donald Trump, obtuvo 232.
La Cámara de Representantes siguió al Senado al rechazar un intento de algunos legisladores republicanos de objetar la confirmación de los votos del Colegio Electoral en Arizona, un estado clave en el que Joe Biden derrotó a Donald Trump.
Un total de 121 miembros republicanos de la Cámara Baja votaron a favor de sostener la objeción, mientras que 303 se opusieron.
Ambas cámaras ponen así un sello final a una jornada inédita y caótica, en la que se produjo un asalto al Capitolio por parte de manifestantes instigados por el presidente, Donald Trump, quien todavía no ha reconocido su derrota en las elecciones de noviembre.
Se prevé que Biden asuma el cargo el próximo 20 de enero.
Trump dice finalmente que habrá una “transición ordenada” de poder el 20 de enero
El presidente, Donald Trump, reconoció en un comunicado que es el final de su mandato, reiterando su desacuerdo con los resultados en las elecciones, pero aseguró que habrá una “transición ordenada” de poder, minutos después de la confirmación de la victoria de Joe Biden por parte del Congreso.
El sorprendente cambio por parte del mandatario ocurre horas después de que un centenar de sus seguidores irrumpiera violentamente en el Capitolio interrumpiendo la sesión. Al menos cuatro personas fallecieron en la revuelta, según las autoridades.
“Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos me confirman, sin embargo, habrá una transición ordenada el 20 de enero”, dijo Trump, volviendo a cuestionar sin pruebas su derrota en noviembre.
Trump anticipó, de todas formas, que seguirá la “lucha” por el conteo de los “votos legales”, aunque los resultados ya han sido validados.
La declaración del presidente no pudo publicarse en sus perfiles de Twitter o Facebook porque ambas plataformas bloquearon sus publicaciones.
Es la primera vez que Trump reconoció formalmente su derrota, después de pasar los últimos dos meses negándose a ceder y lanzando alegaciones infundadas de fraude electoral generalizado, a pesar de que su propio Departamento de Justicia, los tribunales federales y los gobiernos estatales han negado que hayan existido irregularidades.
En sus más de 220 años el Capitolio había visto violencia, pero nunca como la de este miércoles
Nunca en sus más de 220 años de historia había ocurrido en el Capitolio de Estados Unidos algo semejante a lo que se vio este miércoles: manifestantes violentos rompiendo las ventanas y subiéndose por las columnas de mármol para irrumpir en el recinto, símbolo de la democracia.
Pero esta no fue la primera vez en la historia que el Capitolio resultó afectado por la violencia, según lo asegura la agencia AP.
En 1814, solo 14 años después de que el edificio fuese inaugurado, fuerzas británicas intentaron prenderlo en fuego. Los invasores saquearon primero el recinto y luego quemaron la Librería del Congreso. Una lluvia repentina impidió su completa destrucción, pero quedó convertido en ruinas, de acuerdo al arquitecto Benjamin Henry Latrobe.
Autoridades señaladas por permitir el asalto al Capitolio y por darles “trato privilegiado” a los manifestantes
Algo que no pasó desapercibido de lo ocurrido este miércoles en el Capitolio fue la manera tan distinta en la que las fuerzas del orden respondieron a la violencia con la que los simpatizantes de Trump se manifestaron en comparación con la forma en que reprendieron las protestas hace solo unos meses por la violencia policial.
El lugar era el mismo, la capital del país, pero mientras que la toma del Capitolio fue conducida por personas mayoritariamente —sino totalmente— blancas, las marchas de Black Lives Matter del último verano fueron concurridas por personas de raza negra y de otras minorías, incluyendo latinos. Y la respuesta también ha sido marcadamente distinta.
Cuando el presidente Donald Trump quiso posar con una Biblia en mano frente a una iglesia en el centro de la capital en junio del año pasado, manifestantes pacíficos fueron dispersados con gases y granadas. Por esos días, Trump instaba a las autoridades estatales a reprimir con fuerza a las personas que pedían justicia por George Floyd, exigía ‘ley y orden’ y solicitaba la presencia de la Guardia Nacional en las calles.
Sin embargo, este miércoles los partidarios del presidente fueron tratados de manera muy distinta. No solo subieron las escaleras del capitolio y lo invadieron, sino que lo hicieron rompiendo ventanas y trepando paredes, y se infiltraron en las oficinas de varios congresistas, incluyendo la de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Aún así, permanecieron en las instalaciones del Congreso por horas sin que la policía hiciera mucho para controlarlos.
Por su parte, el presidente, aunque les pidió se mantuvieran pacíficos, no los instó a retirarse ni hizo un llamado a que se usara la fuerza para manejarlos. Es más, según reportes, Trump al principio rechazó pedidos para movilizar la Guardia Nacional al Capitolio.
Muchos en redes destacaron cómo en otras ocasiones se desplegaron muchísimos más funcionarios, que se encargaron de detener y controlar a quienes manifestaban. “Hubo más presencia policial en el Capitolio para detener a Jane Fonda”, se comentó en Twitter.
La policía de la capital eleva a 4 el número de muertos
El jefe del Departamento de la Policía Metropolitana de Washington D.C., Robert Contee, dijo en la noche de este miércoles que se reportaron tres muertes más cerca del lugar de los disturbios en el Capitolio, como consecuencia de “emergencias médicas separadas”. Contee no proporcionó detalles adicionales sobre las muertes.
Con este reporte, asciende a cuatro el número de falecidos en los disturbios causados por los manifestantes pro-Trump. El primer fallecimiento reportado fue el de una mujer a la que la Policía del Capitolio disparó en el pecho en medio del caos. Contee dijo que se investigarán las circunstancias de este tiroteo.
Unos 14 oficiales de policía resultaron heridos durante la manifestación, que por momentos se tornó violenta. Dos agentes han sido hospitalizados tras sufrir heridas durante los disturbios. Otro oficial sufrió heridas graves después de estos, al ser arrastrado hacia la multitud y agredido.
Contee también dijo que se habían descubierto dos bombas de tubo, una en el Comité Nacional Republicano y otra en el Comité Nacional Demócrata, así como armas largas y cócteles Molotov que fueron descubiertos en un camión en las inmediaciones del Capitolio.
Con información de Agencias.
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