Amigos lectores estuve pensando mucho en qué escribir ya que mucho pasó durante estos últimos 10 años. Cuando pasé del 2009 al 2010 era un Senior en High School a punto de graduarme. He tenido que ser bastante duro conmigo mismo estos últimos meses. He tenido que confrontar mis propios miedos, pelear con mis inseguridades y animarme a creer que aquello que se sale de control no es más que la antesala hacia algo mejor, algo más interesante, una nueva oportunidad de rectificar el camino si algo se estaba haciendo mal.
Tenía muchos planes personales bastante estructurados, vivía soñando despierto con ellos, visualizándome mientras imaginaba que ya los estaba realizando. Más circunstancias sobre las que no tuve el control me hicieron frenarlas de tajo y no tenía fecha para retomarlas. Intenté olvidarme de ellas, de convencerme de que quizá era una señal de que quizá no era ese el camino que debía tomar. La vida me dio una sacudida cuando cumplí 25 en el 2016.
Mi mala administración y mi forma de vida complicaron mi salud al punto que tuve que tomar difíciles decisiones tanto románticas como mi vida cotidiana. Mi doctora me advirtió sobre cambiar mi dieta completamente, era como un hacer o morir ya que me dio pre diabetes. Fueron unos meses difíciles los que siguieron después de mi diagnóstico, ya que me vi envuelto en una depresión muy difícil que solo pude sacar gracias a regresar a mi arte, que había dejado después de graduarme de la escuela.
Tenía muchos sentimientos diferentes envueltos en uno que solo pude representar por medio de pinturas, y al principio de todo yo no me consideraba un artista, y no tenía ningún propósito de enseñarle mi arte a nadie, ya que solo pensaba en sacar todo lo que tenía dentro y sentirme satisfecho, pero gracias a buenos amigos y ánimos de muchas personas que comenzaron a ver mi crecimiento tanto con mi salud y con mi arte, pude emprender una nueva etapa que me conectó con nuevas personas que inspiraron mi visión personal y ayudaron al florecimiento de mi arte.
Esta década que se va me enseñó mucho y me llevó a nuevos lugares, nuevos destinos a los que nunca hubiera podido llegar por mí mismo sin el arte. Ahí conocí personas que me brindaron su apoyo, recibieron mi visión y me ayudaron a crecer más como artista y persona. Logré perder el miedo de estar solo y hacer cosas que nunca había hecho como ser muralista.
Esa es la razón por la que ahora les puedo escribir y decidí tomar esa inspiración e impulsar a otros, ya sea contando sus historias o solo dándoles palabras de aliento, es increíble como una década ha pasado desde ese diagnóstico y lo lejos que he llegado gracias a rodearme de gente que me dio su luz y amor.
Y hablando de amor y luz quisiera recordar a la persona principal que me ayudó a retomar mi pasión por el arte y que desafortunadamente perdimos pero nunca la olvidamos: Ruth, siempre te llevo dentro del corazón al igual que muchas de las personas con las que tuviste contacto. Gracias por tu luz que nunca deja de brillar.
Gracias por las lecciones, los malos momentos, los difíciles, las tristes, más decepciones, las dolorosas, en las que llore, y en las que sufrí.
Ahora sé cómo enfrentaré mejor este año que comienza. Con más cabeza, más desconfianza en el mundo, más cuidado, más aprendizaje y sobre todo, más confianza en mí mismo.
Con poco de haber terminado un año más, sin duda lo concluí aprendiendo y en proceso de iniciar un camino nuevo, que estoy seguro, me llevará justo a donde tengo que llegar y a dónde estaré en el final de mis días, sean mañana o sean en algunos años más.
Y así dando las gracias a Nancy y a Mayu por creer en mi y darme la oportunidad de compartir e inspirar a la juventud latina de Memphis y a exponer a mucho de nuestro talento latino ya sea artístico o unificando a nuestra comunidad me despido de la última edición del 2019 para recibir este 2020. Y como siempre si algún joven latino quiere compartir su historia, no duden en mandarme un mensaje a carlosval28@gmail.com.
El Informante de Memphis