Francisco Cervantes/ Memphis
Tal cómo comentamos anteriormente, desde hace varias semanas, los centros de detención de inmigración, han estado liberando masivamente miles de inmigrantes, principalmente hispanos que han solicitado asilo político. Quizás en preparación de la caravana migrante que ha alcanzado ya la frontera sur de los Estados Unidos, estos centros están liberando inmigrantes, con tan sólo la ropa que llevan puesta, un boleto de autobús y con los bolsillos y estómago vacíos.
La mayoría de ellos se dirige a estados del norte. Un promedio de 150 inmigrantes, transitan por Memphis. La mitad de ellos son niños viajando con tan sólo el padre o la madre, la mitad de los adultos son mujeres y un gran número de ellos enfermos, debido a las condiciones tan deplorables en que estuvieron detenidos. Liberados en estado total de confusión, con hambre, sin abrigo, sin hablar el lenguaje y sin idea de cuándo o cómo arribarán a su destino.
Esta historia nos provocaría depresión, sino es por el hecho de que un grupo de activistas de Memphis, Showing Up For Racial Justice (SURJ), Memphis Feminist Collective, Comunidades Unidas Una Voz (CUUV), Workers Interfaith Network (WIN) entre otras, han unido fuerzas con un propósito común: proveer asistencia básica a estas familias: comida, abrigo, orientación de cómo llegar a su destino, y sobre todo, mostrarles que en este país dividido, todavía hay personas que les dan la bienvenida.
Esta noble iniciativa, nació literalmente del corazón de este grupo de activistas, que se han organizado en una red nacional, para proveer alivio temporal a las necesidades básicas de estos inmigrantes en su travesía. Immigration is Beautiful (La Inmigración es Bella) es el nombre de este proyecto de hermandad, amor y calor humano. Más de una treintena de voluntarios trabajan incansablemente día y noche, organizados en pequeños grupos de tres o cuatro que se apostan en la sala de espera de la estación de autobuses cerca del Aeropuerto Internacional de Memphis. Allí pacientemente esperan los autobuses que transportan a estas familias de inmigrantes y los reciben con una sonrisa, comida y abrigo. La coordinación de este grupo de activistas es de admirarse. Divididos en grupos con diferentes tareas: recabar y clasificar las donaciones, preparar alimentos y hacerlos llegar a las manos de los inmigrantes.
Esta historia de heroísmo cívico, probablemente no tendría mayor relevancia, sino es por el hecho que ocurre en tiempos de división, odio y criminalización institucionalizada de inmigrantes. La diversidad y generosidad incondicional con la que trabajan, sirve de ejemplo, no sólo a los que vivimos en el Medio-Sur, sino al país entero. Blancos, áfrico-americanos, hispanos, y voluntarios de otras nacionalidades han unido manos para demostrar que la convivencia, la harmonía y el amor son posibles. Grupos cómo este, nos devuelven la esperanza y nos muestran que la América buena que muchos de nosotros hemos ayudado a construir, sigue viva.
PIE DE FOTO: Voluntarios de Memphis Feminist Collective clasificando donaciones para familias inmigrantes que pasan por Memphis. Envía un correo electrónico a memphisfeministcollective@gmail.com si quieres participar o obtener más información.