Adriana prepara sus deliciosas tortas ahogadas cada quince días, y las órdenes las toma por mensaje de texto.
Quién que viene de nuestros hermosos países latinos no comió alguna vez en los mercados, o en los puestos de la esquina, al lado de un trompo gigante de Al pastor, y de comales aceitados llenos de suculentas carnes, de salsas picosas multicolor, y de esa aromática combinación del cilantro y la cebolla… Bueno, ¡eso en México!, han de decir, pero seguramente en toda nuestra Latinoamérica los “chefs ambulantes” nos evocan deliciosos recuerdos. Y en homenaje a ellos, vamos a estar compartiendo en esta recién estrenada sección “En el puesto de la esquina”, algunos hallazgos culinarios que tenemos acá por Memphis.
Nancy Águila/ Memphis
Como buena tapatía (dícese de mujeres de ojos grandes, sabias, chulas de bonitas y oriundas de Guadalajara, Jal, México), tengo que empezar con el descubrimiento de una auténtica torta ahogada desbalagada por estas tierras de Elvis y BB King. ¡Sí! En esta honorable ciudad se venden unas deliciosas tortas ahogadas, que compiten con las mejores de mi terruño.
Se tratan de las tortas ahogadas de Adriana, que prepara cada quince días, para el gusto de jalisquillos nostálgicos, y otros que saben apreciar la deliciosa gastronomía mexicana. Uno de sus puntos a favor es el bolillo con que las prepara. Si bien no es salado como la tradición lo marca, su textura y sabor hacen armonía con los requerimientos básicos para preparar una buena torta ahogada.
Su salsa de tomate es otra de sus deliciosas virtudes, que hacen que cada bocado sea una experiencia inolvidable. Pero hablar de tortas ahogadas, es también hablar de labios hinchados y ¡oídos trinantes! ¡Miren que tuve un Déjà vu! Su salsa picosa es deliciosa, pero eso sí, categoría 5 (para muy machos). Aunque claro, si lo que quieres es enchilarte, pero enchilarte bonito, la cebolla morada desflemada en chile y limón es la decisión más acertada.
Si quieres probar las auténticas tortas ahogadas de Adriana, mándale un mensaje al 901-619-4207, y conviértete en uno de los clientes que tenemos el privilegio de degustar esta suculencia tapatía.
¡Ahhh! Y si eres de Jalisco, pregúntale por el tejuino. ¡Sí!, ¡tejuino!!!… Créanme, ¡una delicia!
Ya en la próxima edición les contaré de unas de las carnitas más populares de la ciudad, pero mientras eso sucede, ¡buen provecho!