Rubén Alejandro González/México
La semana pasada y a nivel internacional circuló la noticia de que un tráiler que almacenaba 157 cadáveres había recorrido tres municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco, y por sus olores fétidos provocó el rechazo de los habitantes.
Por este suceso, el estado de México que mundialmente se conoce y ha sido reconocido por el mariachi, el tequila y la charrería llamó la atención de medios de comunicación globales como The New York Times, BBC y El País de España, entre otros.
Desde que el hallazgo salió a la luz pública, el Gobierno de Jalisco separó de su cargo a Luis Octavio Cotero Bernal, titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), quien, negó su responsabilidad por el traslado de cadáveres.
El exfuncionario, desafortunadamente desde hace poco más de dos meses vive en carne propia la desaparición de su hija, y, luego de ser despedido, ofreció una conferencia de prensa y dio entrevistas en las que reveló la existencia de un segundo tráiler con más cuerpos y precisó que entre los contenedores y la morgue de la localidad existen 444 cadáveres no reclamados y solo 60 de ellos han sido identificados.
Al leer o escuchar que los tráileres en sus contenedores frigoríficos almacenaban los restos humanos, supone que se trata de cuerpos resguardados en cajas, pero, en redes sociales circulan imágenes en las que se observan bolsas negras de plástico amontonadas y personal del IJCF que caminaba sobre ellas, lo que ha causado la indignación de la gente y la “suma preocupación” por “un tratamiento digno y adecuado” de la oficina de Derechos Humanos para México de la ONU.
La cremación está descartada
El Código procesal penal de México prohíbe la cremación de cuerpos hasta en tanto no se esclarezcan los hechos a los que están vinculados. La ley federal de víctimas y la ley de desaparición forzosa exigen esta disposición.
“Errores que horrorizan”
A casi dos meses y días de que el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval concluya su administración, separó del cargo al fiscal general, Raúl Sánchez Jiménez y lo anunció en una conferencia en donde recalcó que no toleraría “errores que horrorizan a la opinión pública” y negó haber sido enterado de la situación de los cuerpos, su acumulación y sus traslados.
El gobernador señaló que: “la acumulación de cuerpos en las instalaciones del IJCF tiene una lógica de negligencia, indolencia, falta de coordinación y nula capacidad de gestión”.
También puso como plazo máximo el 15 de octubre para que los cuerpos no reclamados, de los contenedores y de las instalaciones de la morgue, sean puestos en espacios adecuados.
Hace dos años, la morgue también conocida como SEMEFO, rebasaba su capacidad de almacenamiento y la Fiscalía del Estado recurrió a la renta del primer tráiler refrigerador, que, al ser llenado, fue sacado del lugar para meter el otro, lo que originó ese viaje que nombraron como “el tráiler de la muerte” y misterioso, porque según las autoridades aún no se conoce quién dio la orden para emprender el derrotero.
Si el mandatario de Jalisco negó “haber sido enterado” de la existencia de 444 cadáveres, con este “error que horroriza” quedó claro que los muertos, aunque no tengan identidad, sí tienen voz.
CRÉDITO: ESPECIAL