Francisco Cervantes/ Memphis
Durante una conversación con un amigo, le pregunté si él era elegible para votar en las próximas elecciones generales aquí en los Estados Unidos. “No, pero si lo fuera, no votaba. Yo no me meto en eso”, fue su respuesta. Desafortunadamente, esa es la manera de pensar de muchos latinos en posición de ejercer su voto. El fenómeno, quizás sea cultural, ya que en la mayoría de nuestros países de origen, la política es una ocupación deleznable y repudiada, con sobrada razón. Sin embargo, ese tipo de pensamiento, sólo conviene y ayuda a políticos deleznables.
¡La política es a un país, cómo un baño a una casa! No son nuestras áreas favoritas, pero son indispensables. Hay casas con baños tan limpios que se vuelve un deleite ocuparlos y te motivan a mantenerlos en ese estado. Un baño limpio, requiere menos esfuerzos de limpieza. Si en cambio, no le damos el mantenimiento adecuado, se llena de inmundicia y lo repudiamos, y ni aun en ese estado podemos prescindir de él. En la política sucede lo mismo, y desafortunadamente, aquí en Norte América, la política es comparable con el más repugnante de los baños públicos. De esa manera es que se concibió la peor presidencia en la historia de los Estados Unidos.
¿Y, cuál es el mantenimiento adecuado? ¡Las elecciones! En tiempos de inmundicia política, es cuando el país necesita con mayor razón de nuestra participación. En tiempos cómo el actual, es difícil saber cuáles son los mejores candidatos. Pero afortunadamente, es fácil detectar a los peores. Nuestro voto debe ser por el “menos malo”.
Tenemos que terminar con el mito de que de política y religión, no se habla. ¡Al contrario! Tenemos que aprender a dialogar del tema en nuestro entorno familiar y círculo de amigos. Es así como podremos cambiar esa cultura de indiferencia política y crear otra de participación cívica. Tenemos que aprender a tomar rienda de nuestro propio destino, a través de nuestro voto, comenzando por elegir a “los menos peores” hasta que finalmente estemos en posición de elegir a los mejores. Si elegimos y nos equivocamos, entonces volvemos a elegir y corregimos. Y si lo hacemos costumbre, entonces nuestra política se podrá comparar con uno de esos baños tan agradables y pulcros, que nos harán retornar en cada elección. Si a esto, le aunamos el hecho de que cada voto latino habla por decenas, si no es que centenas de compatriotas inmigrantes que no pueden elegir su futuro. Entonces votar se vuelve una responsabilidad mayor. Así es de que amigos ciudadanos americanos. Tu país te necesita. Subámonos con firmeza las mangas, respiremos profundo, pongámonos una máscara de gas si es necesario y asistamos a las urnas. La fecha límite para registrarse fue este 9 de octubre pasado. Aquellos que lograron registrarse podrán ejercen su voto durante las próximas elecciones. El periodo de voto anticipado corre del miércoles 17 de octubre al jueves 1ro de noviembre y el día crucial de elecciones es este próximo 6 de noviembre del 2018.